Mañana tengo una entrevista…
En los últimos años, me he enfrentado a situaciones de evaluación.
Dónde la sinécdoque, de esa evaluación, la calificación o el
resultado se vuelve parte de mi propia apreciación personal, a nivel de estima de admiración. De muchas cosas.
En los 6 años anteriores, he sido evaluado una vez cada
septiembre…
Afortunadamente cada septiembre, me doy cuenta de que mejoro
en muchos aspectos.
Este año seré evaluado una vez más, mañana seré evaluado.
Como seré evaluado en una semana frente a una montaña y en
una distancia para caballos.
Después seré evaluado en
septiembre, en noviembre y en diciembre.
No le temo a ninguna evaluación. A lo que le temo es a mi autoestima posterior a estos eventos.
Recuerdo que el año pasado, hasta inicios de octubre cuando me
dieron el resultado, había sido un hombre más dinámico, más seguro de mí, incluso de nuevo había vuelto a ser bromista,
platicador, dicharachero, había sido también ese médico que siente confianza y
seguridad, para despertar autoridad y cumplimiento por parte de mis pacientes.
A veces volteo a ver las carreras de las personas que me
acompañaron en la mía. Siento envidia
Siento deseo, siento
muchas cosas. YO SIENTO Y CREO MERECERLO.
Otras veces analizo mi pasado y mis hechos; pensando que no
merezco más que el infierno. Y Lo es. Es el infierno volcado ante mis ansias de
poder ser mejor terapeuta.
Otros días me levanto positivo y pienso que todo ha sido
como debía de ser. Que la victoria y el premio vendrán en su momento, que
gracias a todo lo que acontece, en la cronología en la que sucede, tiene una mágica táctica
que me prepara para ser el gran psiquiatra que siempre he querido ser…
FRUSTRACIÓN-
Hoy te doy una flor, frustración
Está marchita. POR QUE NO LA RIEGAS
Al principio lo más difícil fue acostumbrarse a todo… Tenía
que conseguir una casa con un patio grande o con espacio suficiente, iniciaría
los trámites de la transportación y mudanza.